Longitud: 2,33 km
Fecha: 2010
Puede que después de esta actuación urbana ya no existan excusas para que cada edificio que se construya en el mundo quiera tener un jardín en su azotea.
Desde que en los años ochenta circulara el último tren de mercancías por esta línea férrea elevada de Nueva York, construida en la década de 1930, su estado fue de completo abandono, hasta llegar a ver crecer toda una fauna vegetal silvestre, que el fotógrafo Joel Sternfeld inmortalizó en el 2000. Las autoridades optaron por la solución más “lógica”: demoler la High Line; pero gracias a los empeños del grupo Friends of the High Line por proteger y renovar este espacio, se llegó a un concurso de ideas internacional y al encargo del proyecto a los arquitectos paisajistas James Corner Field Operations y arquitectos Diller Scodifio + Renfro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario